Entre campos de regadío, a orillas del río Queiles y junto a las casas que conforman el pequeño pueblo de Tulebras, en la Ribera navarra, se encuentra el monasterio de Santa María de la Caridad, el primer cenobio femenino que el Cister fundó en España. Desde su construcción, en el siglo XII, se ha mantenido sin interrupción la vida monástica de las religiosas, que se encargaron de su restauración hace unos años.
El Yacimiento Arqueológico de Contrebia Leucade se encuentra en la provincia de La Rioja y más concretamente a 2,5 Km. del municipio de Aguilar del Río Alhama., y a 1 Km. de Inestrillas.
En las entrañas de las cuencas prepirenaicas y dando paso a la Zona Media de Navarra, se instala esta villa, que se encuentra a 28 kilómetros de Pamplona. Un noble puente medieval de cuatro ojos, el de Bidelepu, es testigo del discurrir de las aguas del río Irati que baja de los Pirineos.
En el centro histórico de Aoiz, amurallado hasta el siglo XVI, observamos muestras de mansiones de sillar, algunas blasonadas, con portadas apuntadas, dinteles de madera y ventanas barrocas.
San Miguel in Excelsis, es un Santuario con más de mil años de historia, levantado en la sierra de Aralar, junto a la cima del monte Artxueta, desde el que se puede disfrutar de una impresionante panorámica. En su interior le espera un retablo románico, obra cumbre de la esmaltería europea. El lugar le hablará de la leyenda del dragón y Teodosio de Goñi, del pasado carolingio, de los remotos tiempos de dólmenes que hoy surgen diseminados entre campas y preciosos bosques de hayas.
El murmullo del agua cristalina, la luz que se filtra entre las hojas de los árboles tiñendo de verde lima el paisaje y el aroma a naturaleza contribuyen a que este lugar, declarado reserva natural en 1987, sea uno de los enclaves más espectaculares de Navarra.
Situado en el entorno rural de Alzuza, pequeña localidad ubicada a 8 km de Pamplona, el Museo Oteiza alberga la colección personal de Jorge Oteiza, uno de los creadores más significativos de la escultura del siglo XX.
El Museo contiene una selección representativa de su obra, compuesta por 1.650 esculturas, 2.000 piezas de su laboratorio experimental, y numerosos dibujos y collages.
El edificio, un gran cubo de hormigón rojizo, es obra del que fuera uno de sus más íntimos amigos y colaboradores, el arquitecto navarro Francisco Javier Sáenz de Oiza, e integra la vivienda ocupada por Jorge Oteiza durante dos décadas, lo que permite al visitante conocer la peculiar forma y el íntimo ambiente en que el artista desarrolló su obra.
Jorge Oteiza (Orio 1908 – San Sebastián 2003), y su esposa e incondicional colaboradora, Itziar Carreño, se instalaron en Alzuza en 1975. Oteiza convirtió aquella casa en vivienda, lugar de trabajo, biblioteca personal y almacén para su colección de esculturas y piezas del Laboratorio de Tizas. Asimismo se convirtió en escenario de encuentros y debate intelectual de destacados representantes del ámbito socio-cultural, que encontraron en Oteiza un referente de singular trascendencia.
Se trata de una gruta que se originó hace unos 14.000 años gracias a la continua erosión del río Urtxuma. Una visita guiada por sus galerías -única forma de conocerla- te adentrará en un mágico universo de estalactitas y estalagmitas, además de traerte evocadores recuerdos de personajes de leyenda, guerrilleros y contrabandistas que las ocuparon en otras épocas.
Se trata de una gruta que se originó hace unos 14.000 años gracias a la continua erosión del río Urtxuma. Una visita guiada por sus galerías -única forma de conocerla- te adentrará en un mágico universo de estalactitas y estalagmitas, además de traerte evocadores recuerdos de personajes de leyenda, guerrilleros y contrabandistas que las ocuparon en otras épocas.
ice el refrán, «en febrero un rato de sol y otro al brasero», pues seguro que el sol saldrá el fin de semana que Tafalla acoge sus tradicionales ferias de febrero, surgidas en tiempos del rey Carlos III, allá por el año 1419.
Coincidiendo con el día 9 de febrero, se celebra la feria de ganado caballar, origen de estas fiestas y una oportunidad única para presenciar los tratos que cierran los comerciantes.
Con esta excusa, el fin de semana más próximo a este día, la ciudad se llena de fiesta y organiza un amplio programa de actividades lúdicas y deportivas, pensando en todos los públicos.
Como viene siendo habitual, no faltarán la feria de artesanía y de productos agroalimentarios, el mercado de flores y plantas, y los numerosos puestos de venta ambulante. Todo ello aderezado con la música que por supuesto estará presente de la mano de gaiteros, txistularis y la banda municipal «La Tafallesa» entre otros.
El domingo a las 14h llega la estrella, la Rifa del Cuto Divino, acto con más de dos siglos de vida, en la que se rifa un cerdo con el fin de recaudar fondos para la residencia geriátrica del Santo Hospital.
En Navarra las penas del invierno se ahogan con la algarabía y el colorido de sus Carnavales, ofreciendo a lo largo y ancho de su geografía un amplio abanico de ritos durante estas fiestas.