Situada sobre un mirador natural con un desnivel de unos 50 metros de altitud, justo donde confluyen las aguas de los ríos Ebro y Ega, se asienta Bodegas Manzanos, en la cuna del vino de la Denominación de Origen Calificada Rioja.
La bodega es fruto del trabajo de cinco generaciones de la familia Fernández de Manzanos, cuya tradición vitivinícola se remonta a 1890. En la actualidad, el proyecto lo dirigen los hermanos Víctor y David Fernández de Manzanos y la esposa del primero, Laura Mateo, que mantienen vivo el recuerdo, la ilusión y el buen hacer de su padre, Víctor Fernández de Manzanos Pastor, impulsor de las actuales instalaciones en 2007.
La bodega, diseñada al estilo de los ‘chateaux’ franceses, se encuentra en una finca de 15 hectáreas, y su construcción se realizó de manera escalonada sobre cuatro balcones, integrándola en un magnífico paisaje de viñedos que minimiza el impacto visual sobre el terreno.