La pequeña localidad pirenaica de Urdazubi/Urdax esconde numerosos atractivos. Puentes medievales, majestuosos caserones, antiguas construcciones como el cenobio románico de San Salvador o cuevas prehistóricas. La de Ikaburu, única visitable, se asienta bajo los verdes prados de la Navarra cantábrica y a pocos kilómetros de la costa y de la frontera con Francia.

Se trata de una gruta que se originó hace unos 14.000 años gracias a la continua erosión del río Urtxuma. Una visita guiada por sus galerías -única forma de conocerla- te adentrará en un mágico universo de estalactitas y estalagmitas, además de traerte evocadores recuerdos de personajes de leyenda, guerrilleros y contrabandistas que las ocuparon en otras épocas.

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