Las ruinas de la ciudad romana de Andros se levantaron del suelo. La ciudad que una vez fue testigo de la prosperidad del Imperio Romano ahora está en silencio. Sus calles y casas, sus comercios, sus baños y fuentes, sus creencias y tradiciones, han traído la memoria y la historia de la ciudad desde un pasado lejano, dejándonos unas notables obras de ingeniería civil bien conservadas: el sistema de abastecimiento de agua. Agua de la ciudad.
La ciudad romana de Andros está situada en el municipio de Mendigoria en Navarra Central. Está situado en el margen derecho del río Algar, sobre la plataforma alta del Cuaternario al sur del Puente de la Reina.
El descubrimiento más llamativo relacionado con la ciudad es su sistema de abastecimiento de agua. El descubrimiento y conservación de este proyecto de agua desde la cuenca hasta el centro de distribución urbano es extraordinario. Además de este hallazgo, las excavaciones revelaron el trazado de las calles y partes de las murallas de la ciudad.
Pinceladas de historia
En el lugar donde se levantaba la ciudad romana de Andelos hubo un asentamiento humano que se remonta a los siglos IV-III a.C. Es posible que a partir del siglo II aC se haya establecido el primer contacto entre los vascos y el mundo romano. Siglos I y II d.C. Son los más brillantes de esta ciudad. Fue en este momento cuando se estaba llevando a cabo un importante desarrollo urbanístico y se estaba llevando a cabo la instalación de un complejo sistema hidráulico. La ciudad estuvo habitada hasta finales de la Edad Media, siendo la Abadía de Nuestra Señora de Andion el único edificio sobreviviente.
Tour por la ciudad de Andrós
El acceso al yacimiento se realiza a través del Museo Arqueológico de Andelos, inaugurado en 2003. Este es el punto de partida para explorar los misterios de la ciudad antigua a través de diferentes bloques temáticos que tratan sobre los orígenes de la ciudad, el primer contacto con la civilización romana, la arquitectura y la forma de vida.
Los recorridos comienzan en Caddo Street o Porch Street. Aquí se puede ver la base de los arcos del acueducto que llevaba agua desde la presa hasta la ciudad durante 3,5 kilómetros. Actualmente solo se conservan esos restos, los de los brazos feldespáticos que proporcionaban electricidad a la ciudad. Desde allí camina hasta la antigua lavandería y tintorería e imagínate inmerso en un ambiente lleno de aromas y colores.
A continuación, se puede ver a pocos metros el último tramo del acueducto, que finaliza en el castellum aquae, donde comienza la distribución del agua de la ciudad. Este depósito se utiliza para distribuir y dividir el tráfico. A continuación, pasa por fuentes o nenúfares, y los alrededores se convierten sin duda en lugares de encuentro y charla.
Luego, en dirección noreste a través de la ciudad, puedes continuar tu recorrido deteniéndote en el punto de partida de las diez líneas que recorren uno de los ejes verticales de la ciudad. Lo primero que encontramos a la derecha es el acceso a la casa de columnas o patio porche con pozo. Continúa por el decumano, entra en la Casa de Baco y déjate seducir por Dionisio.