A medio camino entre Olite y Ujué y encaramada en la parte más alta de San Martín de Unx, es una de las iglesias más encantadoras del románico rural navarro y un excelente mirador para otear el horizonte desde su moderno porche. La sencillez es una de las grandes virtudes de este templo medieval en esencia románico pero con elementos de inspiración protogótica como bóvedas y arcos apuntados. Entre las joyas de este enclave monumental, llaman la atención especialmente la pila bautismal, la decoración de capiteles y la cripta románica, escenario de bodas y bautizos.

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