La vida de Marcilla gira en torno a su magnífico castillo del siglo XV. Está en el centro del pueblo, junto a él se reúnen los vecinos para celebrar sus fiestas, y muchos turistas acuden a conocer su historia y subir a sus torres almenadas, pero Marcilla es mucho más que eso. El río Aragón, bañado por campos, crea un hermoso bosque y acantilados terrosos ricos en flora y fauna. En los alrededores encontraremos senderos naturales, áreas recreativas y numerosos servicios turísticos que nos muestran la hospitalidad de la gente del lugar.
Es una fortificación gótica construida por el albañil Pierre de Peralta durante el reinado de Carlos III en el siglo XV. Además de ser una fortaleza defensiva, también era un palacio, el palacio del Marqués de Farces, descendiente del mismo Pierre. Destacan su amplio foso, murallas fortificadas, patios de armas, paseos circulares y capillas que conservan pinturas del siglo XVI.
Cuando el cardenal Cisneros ordenó la destrucción del castillo navarro en 1516, el ejército castellano al mando del capitán Villalva llegó a Masila con la intención de derribar la fortaleza. El hecho de que Doña Ana, esposa del Marqués Alonso Carrillo, defendiera y salvara valientemente el castillo dio a luz a la leyenda más famosa de Masila, en la película “La Mujer Guerrera Doña Ana. De Velasco” queda inmortalizada.